Ya sabéis que cuando acabé las crónicas de los Cazalet me quedé desconsolada, huérfana y triste. Pero el sol ha vuelto a brillar y han traducido otra novela de Elizabeth Jane Howard. De nuevo un placer. Es una historia de cuatro personajes: Emmanuel Joyce, un famosos dramaturgo; Lillian, su mujer, Jimmy, un ayudante del dramaturgo y Alberta, una joven a la que contratan como secretaria. El matrimonio perdió una hija tiempo atrás y sobrellevan el duelo como pueden. Emmanuel va seduciendo mujeres por el mundo y Lillian, que es una mujer enferma, vive rodeada de las fotos de su hija. No tienen un lugar fijo de residencia, van donde les llevan los estrenos teatrales . La novela comienza en Londres y continúa en Nueva York e Hydra, una isla griega. Cada capítulo está narrado por uno de los protagonistas y nos va mostrando las emociones de cada uno y las relaciones que se establecen entre ellos. Es maravilloso el personaje de Alberta. A mí me ha recordado a la Clary de los Cazalet, esa mezcla de ingenuidad y madurez que resulta tan atractiva. Elizabeth Jane Howard es imprescindible para ser feliz.
CÓMO CAMBIA EL MAR (MONA JACINTA)
Ya sabéis que cuando acabé las crónicas de los Cazalet me quedé desconsolada, huérfana y triste. Pero el sol ha vuelto a brillar y han traducido otra novela de Elizabeth Jane Howard. De nuevo un placer. Es una historia de cuatro personajes: Emmanuel Joyce, un famosos dramaturgo; Lillian, su mujer, Jimmy, un ayudante del dramaturgo y Alberta, una joven a la que contratan como secretaria. El matrimonio perdió una hija tiempo atrás y sobrellevan el duelo como pueden. Emmanuel va seduciendo mujeres por el mundo y Lillian, que es una mujer enferma, vive rodeada de las fotos de su hija. No tienen un lugar fijo de residencia, van donde les llevan los estrenos teatrales . La novela comienza en Londres y continúa en Nueva York e Hydra, una isla griega. Cada capítulo está narrado por uno de los protagonistas y nos va mostrando las emociones de cada uno y las relaciones que se establecen entre ellos. Es maravilloso el personaje de Alberta. A mí me ha recordado a la Clary de los Cazalet, esa mezcla de ingenuidad y madurez que resulta tan atractiva. Elizabeth Jane Howard es imprescindible para ser feliz.