Susana Hernández y yo somos compañeras de la colección Marrajo de editorial Milenio. Tengo varias novelas de la colección pendientes de lectura. Se me amontona la tarea. Sabía que la de Susana me iba a gustar. Ya leí antes Curvas peligrosas y disfruté mucho con la inspectora Santana. Esta no es de la misma saga, aquí nos enfrentamos a una historia de mafias que se dedican a falsificar medicamentos. Sam y Hugo son amigos desde la infancia. Han convivido en un barrio obrero de Barcelona. Con el tiempo, Hugo monta una agencia de detctives y contrata a Sam que dedica todo lo que gana a cuidar de su novio que sufre las graves secuelas de una paliza.
Por ese motivo, Sam decide pedirle a Hugo participar en la parte oscura de la agencia y los dos amigos se meterán en un mundo muy peligroso. Vemos la historia desde varios puntos de vista: los amigos detectives, la mafia y los pobres que suelen ser clientes de la venta de fármacos ilegales, gente que no tiene acceso a las vías normales de la medicina. La historia tiene un ritmo trepidante, te atrapa y te arrastra y, además, te hace reflexionar sobre un tema que no es muy conocido.
Por ese motivo, Sam decide pedirle a Hugo participar en la parte oscura de la agencia y los dos amigos se meterán en un mundo muy peligroso. Vemos la historia desde varios puntos de vista: los amigos detectives, la mafia y los pobres que suelen ser clientes de la venta de fármacos ilegales, gente que no tiene acceso a las vías normales de la medicina. La historia tiene un ritmo trepidante, te atrapa y te arrastra y, además, te hace reflexionar sobre un tema que no es muy conocido.