Hacía mucho que tenía ganas de leer El juramento de Whitechapel, pero se han ido acumulando circunstancias que me han llevado a retrasarlo una y otra vez: primero fueron las obras y después los libros permanecieron en cajas hasta que terminamos una estantería nueva. Por fin he podido disfrutar con su lectura. Por si no sabéis de qué va, el osado de José Javier Abasolo se ha permitido el lujo de mandar a Sabino Arana al Londres victoriano para resolver los crímenes de Jack el Destripador.
Una vez que te metes en la historia, no te rechina ni un poco. En su lecho de muerte, Sabino Arana le cuenta su experiencia londinense a un sacerdote. Durante su juventud, poco después de la muerte de su padre y en una época en la que estaba un poco perdido, Sabino parte para Londres para aprender el idioma y el manejo de los negocios de un amigo de su padre. Se instala en la casa de la familia Kingsfield, donde se hace muy amigo del hijo, Charles, que lo meterá en la investigación de los crímenes. Además, se enamora de la hermosa Elizabeth, hermana de Charles.
Abasolo nos lleva a recorrer las calles de la ciudad tras las huellas del criminal y propone una solución bastante ingeniosa para los asesinatos de el Destripador. Para pasar un buen rato.
Una vez que te metes en la historia, no te rechina ni un poco. En su lecho de muerte, Sabino Arana le cuenta su experiencia londinense a un sacerdote. Durante su juventud, poco después de la muerte de su padre y en una época en la que estaba un poco perdido, Sabino parte para Londres para aprender el idioma y el manejo de los negocios de un amigo de su padre. Se instala en la casa de la familia Kingsfield, donde se hace muy amigo del hijo, Charles, que lo meterá en la investigación de los crímenes. Además, se enamora de la hermosa Elizabeth, hermana de Charles.
Abasolo nos lleva a recorrer las calles de la ciudad tras las huellas del criminal y propone una solución bastante ingeniosa para los asesinatos de el Destripador. Para pasar un buen rato.
La compré «El juramento de Whitechapel» con mucha ilusión y todavía no salgo de mi asombro. La novela es un auténtico disparate. Una historia-ficción, sin pies ni cabeza, con escaso (o nulo) ritmo narrativo y con un desenlace totalmente previsible y decepcionante. Nada más y nada menos que el fundador del Partido Nacionalista Vasco (Sabino Arana) ejerciendo de doctor Watson, en el Londres victoriano, tras los pasos del escurridizo Jack el Destripador. ¡Ahí es nada! Un despropósito en toda regla, de una calidad literaria manifiestamente mejorable. Además, el autor aprovecha las peripecias detectivescas del Sr. Arana-Watson para “colar” sus proclamas sobre la supremacía de la raza vasca frente a la inferioridad de los opresores españoles, y todo un rosario de soflamas independentistas. Hacía tiempo que no leía una novela tan floja y tan aburrida.
Lamento que te haya decepcionado tanto. Yo no he visto un despropósito, sino una propuesta con un toque de humor surrealista, pero para gustos los colores!