Conocí a Álex Oviedo Y Elena Sierra en la VI edición de Bruma negra que tuvo lugar en Plentzia el pasado mes de julio. Participaban en la mesa Fronteras negras, donde todos los autores tenían protagonistas "especiales", no eran policías o detectives corrientes, había abogados, un policía de finales de 1800 y, en el caso de El hacedor de titulares (¡me encanta el título!) una pareja de periodistas. Digo pareja porque son dos: Alberto Pilares y Erika Doval, pero ni son pareja ni trabajan en el mismo medio. Y no, no hay una tensión sexual sin resolver. Son amigos y colaboran en un trabajo que se aparta de sus quehaceres habituales. Ellos trabajan en la sección de cultura, pero la repentina muerte de Gumersindo Gutiérrez, un novelista de éxito, les coloca en una linea de investigación que va a descubrir muchas cosas.
La trama es interesante, las peripecias que requiere vivir hoy del periodismo están muy bien reflejadas y aparecen casos de corrupción que recuerdan historias conocidas. La novela es ágil, divertida y se lee de un tirón. Buena lectura para este fin de vacaciones que nos pone un poco mustios.
La trama es interesante, las peripecias que requiere vivir hoy del periodismo están muy bien reflejadas y aparecen casos de corrupción que recuerdan historias conocidas. La novela es ágil, divertida y se lee de un tirón. Buena lectura para este fin de vacaciones que nos pone un poco mustios.