No me ha decepcionado. Recuerda un poco a Patricia Higsmith (salvando las grandes distancias, Patricia no hay más que una)porque parte de una situación totalmente cotidiana, normal y doméstica y de pronto se cuelan unos crímenes y hay que seguir adelante, preparando comidas y pensando qué hacer con un muerto. La protagonista es una mujer joven con dos hijos pequeños que se esfuerza en sacar adelante con una casa de comidas ilegal. Los clientes se convierten en una parte importante de su vida: Hay abuelos encantadores, amigas listas, hombres apuestos... Y de la manera más tonta, las cosas pueden complicarse.
La autora es alemana y me gusta mucho que empezara a escribir a los 55 años, me llena de esperanza.
Busca el de Benditas viudas. Tenía muy buen pinta.
Tú le llevas ya muchísima ventaja!
Qué buena pinta, me lo llevo. Voy a ver si lo encuentro y ya te contaré. Sí, lo de los 55 años también me llena de esperanza :-)))
Interesante. A ver si lo encuentro. Saludos.