Esta es la tercera novela que leo de Empar Fernández y, si consideramos que la descubrí hace un año, creo que se ve claro que me gusta esta autora. Compré el libro hace tiempo, pero luego lo iba dejando en la pila de pendientes porque el tema me daba un poco de yuyu. Es la historia de una mujer a la que se le suicida un hijo adolescente e intenta averiguar por qué. A mí los adolescentes suicidas y las madres que sufren me dan muy mal rollo. En las novelas de psicópatas que destripan gente me parece que hablan de otra galaxia y no me impresionan nada, pero un ambiente cercano, (la madre, encima, es enfermera), un adolescente al que no entiendes y una trama con la que te puedes identificar me erizan el vello de la nuca. Por fin, me armé de valor, y lo saqué de la estantería. Una vez más, me ha encantado (y tampoco he sufrido tanto). Este es el tercer libro de una trilogía sobre la culpa que ha escrito Empar Fernández. Más que novela negra, yo la llamaría novela gris, por los muchos matices que tienen sus personajes. No hay buenos ni malos, la gente se desenvuelve como puede hace, cosas buenas y malas, son reales. No sé qué hace falta para que esta escritora sea más conocida, estoy por hacer una recogida de firmas en change.org. De momento va mi homenaje con estas merecidas monas.
MALDITA VERDAD
2 Responses
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Merece mucho la pena, de verdad.
Eres la segunda persona que me la recomienda, habrá que leer algo de ella.