Dirección: Benedikt Erlingsson
Extraño documental, pero si consideramos que el director es islandés, ya no sorprende tanto.
Ha habido división de opiniones entre el público. A pseudomona le ha parecido que era una buena idea desaprovechada, pero como la crítica la hago yo y a mí me ha gustado, así os lo digo. Son solo imágenes y música, sin voz en off ni nada y hay que añadir que la música es muy irritante, pero las imágenes son preciosas. Según el propio director, trata de mostrar las paradojas de ese mundo del circo, vodevil y espectáculos de feriantes( que son las habituales de los humanos). Hay partes tiernas, divertidas, inocentes, crueles, feas, emocionantes. Y hay un hilo conductor que te va llevando por donde quiere.
El director( que ganó un premio en nuestro Festival en 2013 con De caballos y hombres) nos ha parecido un tipo muy interesante y divertido, nada solemne y eso, en este mundillo, se agradece.
Extraño documental, pero si consideramos que el director es islandés, ya no sorprende tanto.
Ha habido división de opiniones entre el público. A pseudomona le ha parecido que era una buena idea desaprovechada, pero como la crítica la hago yo y a mí me ha gustado, así os lo digo. Son solo imágenes y música, sin voz en off ni nada y hay que añadir que la música es muy irritante, pero las imágenes son preciosas. Según el propio director, trata de mostrar las paradojas de ese mundo del circo, vodevil y espectáculos de feriantes( que son las habituales de los humanos). Hay partes tiernas, divertidas, inocentes, crueles, feas, emocionantes. Y hay un hilo conductor que te va llevando por donde quiere.
El director( que ganó un premio en nuestro Festival en 2013 con De caballos y hombres) nos ha parecido un tipo muy interesante y divertido, nada solemne y eso, en este mundillo, se agradece.
