Hace un tiempo comenté La librería ambulante, novela previa de este mismo autor. Esta es muy del mismo estilo, los protagonistas de la primera se han establecido en Brooklyn. Su librería es un lugar muy especial. Para empezar, solo venden libros que les gustan. El dueño cree que hay que ofrecer al cliente el libro que necesita, incluso aunque él no lo sepa. En su opinión, la oferta crea la demanda. Dice "Mi gran placer es prescribir libros para a todos los pacientes que vengan hasta aquí deseosos de contarme sus síntomas". Además se establecen tertulias, se opina de literatura, de la guerra, de la crisis del negocio de los libros (¡y eso que es la época posterior a la Primera Guerra mundial!). Ya entonces temían que el cine acabara con la literatura, como veis, el problema viene de antiguo. Es una novela ingenua, con una trama sencilla, pero resulta encantadora, deja una sensación agradable y pone contento. ¿Qué más queréis?
LA LIBRERÍA ENCANTADA
2 Responses
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Pero es como tu hotel, me da rabia que no exista ¡yo quiero ir!
Pues me gustó pero como antes había leído "La librería ambulante", que me gustó muchísimo más, pues me supo a poco. Quería un poco más de señor Mifflin. Bss