Hace años empecé un libro de Donna Tartt, El secreto, y no sé por qué, no lo terminé. Recuerdo que me angustiaba un poco la trama, pero el caso es que, aunque me venía muy recomendado, no lo leí. Sin embargo, cuando se publicó El jilguero, me atrajo inmediatamente. No sé si la portada en la que asoma el cuadro de Fabritius, lo que leí de la trama, algo me atrapó y lo pasé por delante de varios que tenía pendientes. No me ha defraudado, aunque tiene más de mil de páginas, te atrapa enseguida. La historia comienza con un atentado en el Metropolitan de Nueva York donde el protagonista, un chico de trece años, pierde a su madre y huye con el famoso cuadro escondido bajo la ropa. A partir de ahí vas acompañando al protagonista y al cuadro por diferentes destinos y aventuras. Aunque, si el motivo por el que deje el anterior es que me angustiaba, no entiendo como lo he soportado. Es de las historias más desasosegantes que he leído. Te pasas el rato diciéndole al protagonista "¡no hagas eso!" y el tipo derecho a hacerlo, sale de una, parece que vas a descansar un rato y se mete en otra peor que la anterior. Es una novela difícil de clasificar, tiene una trama de acción pero yo no lo llamaría un thriller. Es muy visual, me parecía acompañar al personaje en las urbanizaciones perdidas de las Vegas, el hotel claustrofóbico de Amsterdam o la tienda de antigüedades. No es un libro alegre, pero es apasionante.Eso sí, cogedlo cuando tengáis un poco de tiempo para la lectura porque a mí me ha durado casi un mes.
EL JILGUERO
Hace años empecé un libro de Donna Tartt, El secreto, y no sé por qué, no lo terminé. Recuerdo que me angustiaba un poco la trama, pero el caso es que, aunque me venía muy recomendado, no lo leí. Sin embargo, cuando se publicó El jilguero, me atrajo inmediatamente. No sé si la portada en la que asoma el cuadro de Fabritius, lo que leí de la trama, algo me atrapó y lo pasé por delante de varios que tenía pendientes. No me ha defraudado, aunque tiene más de mil de páginas, te atrapa enseguida. La historia comienza con un atentado en el Metropolitan de Nueva York donde el protagonista, un chico de trece años, pierde a su madre y huye con el famoso cuadro escondido bajo la ropa. A partir de ahí vas acompañando al protagonista y al cuadro por diferentes destinos y aventuras. Aunque, si el motivo por el que deje el anterior es que me angustiaba, no entiendo como lo he soportado. Es de las historias más desasosegantes que he leído. Te pasas el rato diciéndole al protagonista "¡no hagas eso!" y el tipo derecho a hacerlo, sale de una, parece que vas a descansar un rato y se mete en otra peor que la anterior. Es una novela difícil de clasificar, tiene una trama de acción pero yo no lo llamaría un thriller. Es muy visual, me parecía acompañar al personaje en las urbanizaciones perdidas de las Vegas, el hotel claustrofóbico de Amsterdam o la tienda de antigüedades. No es un libro alegre, pero es apasionante.Eso sí, cogedlo cuando tengáis un poco de tiempo para la lectura porque a mí me ha durado casi un mes.