Santa Jacinta nació en Italia en 1585. En realidad se llamaba Clarix, pero estos cambios de nombre eran muy frecuentes en los santos como ya iréis viendo. Sus padres la mandaron a educar a un convento, que ellos ya tenían claro lo que querían para la niña, pero Clarix estaba a todo menos a lo religioso, era una frívola. Cuando salió del convento se dedicó a coquetear, fiestas y vida de glamour y lujo hasta que su hermana se casó. Por lo visto, esto le causó un ataque de celos tal que se metió monja con el nombre de Sor Jacinta.
Pero no penséis que se enmendó, no. Tenía la celda llena de vestidos, potingues, joyas y de todo. Y sus compañeras: “Jacinta, esto no está bien”. Y ella venga a frivolizar por el convento .Pero a los treinta años una enfermedad le provoca una crisis y se convierte en buena buenísima, o enloquece, esto no queda muy claro porque le da por besar los pies a sus hermanas y llevar una soga al cuello. A partir de ahí es la vida de santa estándar: apariciones, fundación de conventos, éxtasis místicos. Pero yo, para elegir patrona, prefiero una que se lo pasará bien hasta los treinta.
Que sepáis que el nombre significa "bella como la flor del jacinto" y según una bibliografía seria y profesional que manejamos, algunos rasgos de su personalidad son: Un poco burlones y bastante escépticos son los que llevan este nombre. Su inteligencia es buena, muy viva la imaginación y originales las ideas, demostrando en todas las ocasiones la independencia de su carácter. (Harmency, 1932)