SAN JUAN


Este pobre santo pasó a la historia por dos motivos totalmente ajenos a su bondad: ser primo de Jesús y víctima de Salomé, que pidió su cabeza después de protagonizar el famoso baile de los siete velos. Los pocos datos contrastados de su biografía, según las fuentes consultadas (Mateo 3, 4; Marcos 1, 6) se resumen en que vestía túnicas de piel de camello y se alimentaba de langostas y miel. Su desconcertante perfil se completa con la consideración de la que goza como patrón de la amistad, a pesar de que su condición de habitante del desierto y de sus conocidas admoniciones --"¡Raza de víboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la ira inminente?"--levantan no pocas dudas sobre la amplitud de su círculo de amigos. Su declaración más conocida, "He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo", ha sido objeto de numerosas versiones con distintas músicas."